Primero, es esencial contar con un plano eléctrico o un diagrama que muestre la ubicación de los focos, los contactos y la disposición de los electroductos.

En este caso, se está trabajando en un área que incluye la cocina, la sala, el comedor y las recámaras de una casa. Se ha seleccionado un electroducto de 3/4 de pulgada, siguiendo el plano eléctrico para determinar la ubicación de las cajas y las distancias correspondientes. Luego, se colocan las cajas de manera firme, asegurándose de que estén al ras con la madera y centradas.

Para fijar las cajas, se utilizan clavos, normalmente dos como mínimo. Después de colocar las cajas, se procede a instalar el electroducto, asegurándolo con clavijas o cinturones de plástico para evitar movimientos no deseados.

El tendido de las mangueras se realiza siguiendo el trazado definido en el plano eléctrico, permitiendo la comunicación entre caja y caja. Algunos optan por usar el hilo o el mecate que viene con el poliflex como guía para el cableado, mientras que otros prefieren quitarlo y utilizar otra guía.

Las cajas suelen tener perforaciones de 3/4 de pulgada para permitir el paso de los electroductos. Si se necesitan más entradas, se realizan perforaciones adicionales en los extremos.

Una vez que el electroducto está colocado, se asegura en la caja con cinturones de plástico, ya que usar alambre podría dañarlo irreversiblemente si se pisa.

Es importante tener en cuenta que las mangueras deben ser cuidadosamente protegidas durante la mezcla, ya que podrían desplazarse o quedar atrapadas en la construcción. Algunos recomiendan utilizar papel en las cajas para evitar que la mezcla entre en contacto con las mangueras.